Acabo de llegar de la escuela 1177, y paso a contar mis experiencias.
El lunes 13, a las 8 de la mañana estuve presente en la baja de lanchas para reunirme con el personal de la Escuela "Armada Argentina" que se disponía a comenzar su semanal aventura de ir a hacer patria en pos de la mas y mejor educación de esa juventud que coloniza perdidos parajes de esos rincones casi olvidados de nuestro suelo.
El cielo estaba plomizo, el viento sur-este nos acariciaba con sus frías lamidas otoñales y después de cargar las pertenencias personales, los materiales de estudio, los víveres para el comedor escolar, emprendimos el viaje.
Lejos de mi estaba imaginar el frío que nos iba a castigar, eso era como pasear en moto un día de llovizna a 40 Km/h, pero sobre las aguas del río San Javier, que con sus admirables correderas nos recibía para mecernos sobre sus onduladas crestas pintarrajeadas por algún que otro dorado que saltaba a nuestro paso, con un paisaje que nos embelezaba a cada fotograma y que en sus orillas una infinidad de bichos se paraban a mirarnos y casi saludar nuestro paso rumbo a ese recóndito lugar donde este grupo de argentinos se sacrifica cada semana.
Con algunos problemas para conseguir combustible, con algun retraso pudimos llegar cerca del medio día a la escuelita que encontré remodelada hace muy poco tiempo, pero con un montón de falencias de instalaciones que el personal debe tratar de sobrellevar como pueden, a puro pulmón e inventiva. Por ejemplo, nos encontramos con el regulador de gas para la cocina roto y sin solución, por lo que la comida se atrasó bastante. Los chicos que iban llegando tuvieron que tener clases con solo un sandwich de queso en el estómago y almorzar cerca de las 16 horas pollo asado a las brazas por el portero, ya que el cocinero junto al director del establecimiento tuvieron que viajar a San Javier a comprar el repuesto para poder cenar decentemente. Estos 2 esforzados muchachos estuvieron ese día 7 horas sobre la lancha chupando frío para que la escuela funcione como es debido.
Por mi parte me dediqué a montar la estación de radio de VHF que el Director Carlos Ríos consiguiera a prestamo para poder comunicarse con el mundo exterior, ya que en la zona no hay señal de telefonía celular, o sea que si no es por radio, están totalmente aislados. También armé mi estación con el 757 y mi antena alimentada al extremo colgada de la torre que posee la escuela, que tiene una instalación de internet, pero que no tiene electricidad para la computadora.
Grande fue mi alegría al comprobar lo que sospechaba ¡S 2 de ruido!!!, llamé en 7140 y rapidamente me contestaron LU5JB-Alberto, CX1SI-Jorge y CX1DZ-Pablo, que me dieron reportajes; también apareció LU5FZ/A-Gaby, a quienes les expliqué los problemas que teníamos y que estaría en radio el martes.
Todo fue bien en la escuela, conociendo el edificio, admirando la forma en que trabajan los docente, que no solo deben dar clases de aula, sino que hacer de apoyo para las tareas, casi padres dirigiendo los horarios de aseo, de comidas, dialogando con los niños como si fueran psicologos, haciendo tareas extras y dando clases especiales de música, expresión corporal, educación física, etc (no les pagan para eso) y poder encontrar momentos para descansar...
Decía que todo fue bien hasta la hora de la cena, cuando en medio de la comida ¡Nos quedamos sin luz!!! Ya que el que generador de emergencia que estan usando (ya que el generador principal está en reparación) se rompió, dejó de funcionar. Final del día a la luz de velas y linternas de mano ¡Hermoso!!!
El martes amaneció toldado, frío y lluvioso, fue mi tarea revisar el generador para comprobar que el capacitor regulador había explotado y había que ir hasta la ciudad de La Paz, Entre Rios, a buscar uno nuevo. Allá nos encaminamos, 45 minutos de frío, 5 locales de electricidad recorridos, dos capacitores en paralelo, ya que no encontrabamos un de 60 pF/450v y de vuelta a la escuela.
Para esto, nos esperaban con el almuerzo y luego a reparar el generador porque ya no había agua en el tanque y recién después tuve el tiempo suficiente para ponerme a trabajar con los chicos ¡Por fin!!!
Doce niños entre 6 y 13 años, divididos en dos aulas, primer y segundo ciclo, pero que para mí se reunieron y escucharon ¡y participaron! de la charla previa y a las 14:30 horas estuvimos frente al equipo de radio que ya habían andado curioseando desde el día anterior.
Apenas llamé Salieron LW1DKW-Antonio (con un falso contacto en la antena) y LU1ECA-Carlos, que me oían bajo; pero que sirvieron para preparar a los muchachitos que se encimaban sobre el aparato. Enseguida apareció Elio-LU1IAL a quien oíamos de maravillas y que enseguida se trenzó en dialogo con los párvulos. El primero en saludar fue uno de los terribles: el Rodrigo, también saludó uno de los mas chicos: Diego y la más simpática y risueña: Camilita. Después, mientras los varoncitos más grandes deambulaban alrededor, fueron las mujercitas las que se sacaron la verguenza de encima; puntió la Milena y la siguió su hermana Nazarena, que fue la más expresiva y conversadora, que hasta cerró los comentarios del "Indio Patas Coloradas" con un sapucay y... cambio. También estuvieron al Micrófono Erika y la docente Sabina, en eso aprecieron en frecuencia LW9DBU-Fernando y LU4GL-Ricardo y oyeron los saludos de Sergio y Braian.
Poco a poco los chicos me fueron dejando solos porque se iban yendo a hacer sus labores de jardinería y huerta, ya eran las 16:30; 2 horas que pasaron realmente volando.
Me sorprendió la educación, la alegría y el comportamiento frente al micrófono de estos niños que sacando su forma "rural" de expresarse, se desepeñaron igual o mejor que muchos iguales suyos pueblerinos. Son un amor de gente que se da por entero en la relación que entablan con los que se les acercan ¡y todo el día cantando y silbando!!!
El miércoles volvimos a atrasarnos con las actividades, porque nos trenzamos en un picado de futbol con los chicos, y cuando estuvimos en la radio, cerca de las 14:45, no encontramos ningún escuelero en 7140 y un poco después dispuse todo para desarmar mi estación.
El resto del tiempo fue pasear por los montes circundantes buscando huellas de carpincho, que no encontré, pero sí de gato montés, mirando y fotografiando algunos pájaros, entre los que destaco a un telegrafista trucho que utilizaba la señal distintiva de un esloveno S55H y desde un árbol me hacía cq, entre la fotos lo van a reconocer, también me sorprendió los mensajes en morse que este pájaro deja impresas en los troncos, también lo verán en las fotos.
Les aseguré a los chicos que volvería a visitarlos este año. y me volví pa'la casa.
73
LU5FR
